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Ámbar insta al Midagri a culminar registro de semillas de cannabis medicinal

La Asociación de Pacientes de Cannabis Ámbar solicitó al Midagri culminar el proceso para garantizar los tratamientos medicinales con las semillas utilizadas por los pacientes desde antes del nuevo Reglamento de cannabis para uso medicinal.


La Asociación de Pacientes de Cannabis Ámbar ha solicitado formalmente al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) culminar las acciones pendientes relacionadas con la implementación del Reglamento de Cannabis para Uso Medicinal (Decreto Supremo N.º 004-2023-SA). La petición destaca la necesidad urgente de establecer el registro de la Fuente Semillera y de aprobar una norma específica para la producción y comercialización de semillas de cannabis, disposiciones clave para garantizar el acceso seguro y formal al cannabis medicinal en Perú.


La carta, enviada al Midagri el 2 de enero del 2025, subraya que el plazo establecido en la Segunda Disposición Complementaria Final del Reglamento, que venció el 28 de febrero de 2024, aún no ha sido cumplido. Este incumplimiento deja a miles de pacientes y asociaciones de cultivadores sin un marco claro para acceder a semillas reguladas y legalizar sus cultivos asociativos.


Retroceso en el Reglamento

En mayo del 2022, el proyecto del Reglamento de Cannabis contemplaba una disposición que daba un plazo de 60 días al Midagri para aprobar criterios que permitieran a las asociaciones inscribir sus ecotipos o variedades preexistentes en el territorio nacional. Esta medida buscaba proteger las genéticas peruanas desarrolladas y adaptadas por los cultivadores durante más de siete años, esenciales para los tratamientos personalizados. Sin embargo, esta disposición fue eliminada en la versión final del Reglamento publicada en febrero del 2023, lo que dejó en incertidumbre a las asociaciones sobre si podrán continuar utilizando sus cultivares.


Con el nuevo Reglamento, quedó un vacío sobre si las asociaciones que vienen cultivando desde hace más de siete años podrán seguir produciendo con sus semillas adaptadas a las necesidades médicas de sus pacientes. Eduardo Pinto, químico farmacéutico especializado en cannabis de EEUU, advierte que cambiar de semillas podría alterar drásticamente los efectos terapéuticos.

“Aunque las semillas tengan porcentajes similares de THC y CBD, esto no garantiza la misma acción terapéutica”, explicó Pinto, citando estudios científicos que demuestran que los cannabinoides menores, a menudo no detectados en laboratorios convencionales, pueden ser clave para la efectividad de los tratamientos.

Pinto hace referencia a un estudio realizado en Israel por el Dr. Dedi Meiri, de la American Technion Society, que encontró que un cambio en las variedades de cannabis administradas a niños con trastorno del espectro autista alteró negativamente los resultados terapéuticos.

“Había un quimiotipo que controlaba el comportamiento agresivo de los niños, pero al cambiar de variedad, aunque los porcentajes de THC y CBD eran similares, los niños retrocedieron en sus tratamientos, con consecuencias graves para las familias”, detalló Pinto.

Por su parte, Andrés Vázquez, presidente de Cann Farm, único laboratorio farmacéutico con licencia de cultivo, subrayó la importancia de una Fuente Semillera diseñada específicamente para las asociaciones de pacientes.

“La lógica era que sea para ellas porque sus pacientes tienen usos prolongados y necesitan una variedad de genéticas específicas”, afirmó Vázquez.

Señaló además que en Perú, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) desarrolló un procedimiento para la Fuente Semillera hace dos años, pero este nunca fue publicado.


Importancia del registro de la Fuente Semillera

El registro de la Fuente Semillera es una herramienta crucial para garantizar la trazabilidad y seguridad de los cultivos destinados al uso medicinal. Este proceso permite proteger las variedades locales adaptadas por las asociaciones de pacientes y cultivadores, las cuales han demostrado ser fundamentales para garantizar la efectividad de los tratamientos terapéuticos en el país. Sin este registro, se perpetúan la incertidumbre y las barreras para el acceso regulado al cannabis medicinal.


Un proceso participativo y democrático

La Asociación Ámbar solicita al Midagri la reactivación de un proceso inclusivo que cuente con la participación de asociaciones de pacientes y cultivadores, especialistas técnicos y autoridades competentes, como el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) y el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA).


La carta enviada al Midagri incluye información técnica detallada sobre los cultivares en uso, los cuales son esenciales para la producción artesanal destinada a los pacientes asociados. La Asociación Ámbar reafirma su compromiso con un acceso seguro y regulado al cannabis medicinal e insta al Gobierno a priorizar la salud y el bienestar de los pacientes mediante la culminación de los procesos pendientes.




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